Nuria Alonso
Mi camino de vida podría resumirlo como un viaje marcado por la búsqueda de trascendencia, de lo Sagrado, y del origen del sufrimiento humano. Me licencié en la carrera de psicología y, poco después, en el año 2000, un despertar inesperado abrió mi percepción a la Realidad. Desde entonces, ha sido un camino de muchos cambios, intenso e incesante hasta hoy, donde mi corazón descansa sabiendo que Aquello que buscaba es Quién Soy… y no hay más que buscar, aunque sí mucho que soltar y rendir para la completa Libertad.
SOLTAR Y ABRIRSE AL AMOR
Aquel despertar fue como un velo que cayó de mis ojos y me permitió recordar y sentir que había Algo Más… Este acontecimiento silencioso, aparentemente insignificante, y desapercibido externamente, tuvo el poder de dar a mi vida un giro completo y radical.
Al poco viajé a India, durante casi un año. Volví como una persona distinta y empecé una vida más sencilla. Dos años después regresé a India, y esta vez me puso a prueba. A mitad del viaje viví la pérdida de todo lo que aparentemente había construido. En el momento más doloroso, elegí poner en práctica lo aprendido: la Presencia, abrirme al Amor.
ENCONTRANDO EL SENTIDO
Tiempo después, ya asentada en España, sentí el impulso que me había llevado a estudiar la carrera de psicología: la vocación de ayudar en el sufrimiento humano. Comenzó otro tipo de búsqueda, esta vez centrada en encontrar un método o marco alineado con la nueva percepción de la realidad.
Me formé en distintas terapias holísticas y métodos de sanación, y comencé a trabajar tanto en sesiones individuales como con grupos de meditación. Profundicé mucho en la parte del inconsciente, con la terapia regresiva, y en los planos más sutiles, con la sanación energética. En los 13 años que duró esta etapa trabajé en varios lugares, tuve mi propia consulta y me dediqué a la formación y divulgación.
Enfocaba el sufrimiento como una puerta al Despertar, a la Presencia, y la terapia regresiva y sanación como formas de conocer planos mas sutiles del inconsciente y del campo energético.
Mi vida mejoró en todos los ámbitos con estas técnicas, aunque, según profundizaba, se fue haciendo cada vez más fuerte una búsqueda de experiencias místicas, un anhelo de «fusión con Dios».
Viví muchas e intensas experiencias de fusión y aperturas al Amor. A cada una, le seguía una gran «caída» o crisis, en la que emergía la sombra, los patrones no resueltos y mucha confusión. Hubo un momento que el sufrimiento fue tan grande que explotó… y cuestioné todo el camino. En pleno auge profesional, oré de corazón pidiendo sólo la Verdad y soltar todo lo demás y tuve la certeza de que mi oración había sido escuchada y «concedida».
Solté todo… lo que había construido… Concluí las formaciones en sanación y, paso a paso, fui cerrando este ciclo, esta vez guiada por el corazón. Antes de irme del lugar en el que vivía, pasé la última noche en vigilia en un lugar sagrado de la montaña de Montserrat. Fue al amanecer cuando llegó la certeza: la Verdad, la liberación del sufrimiento, el sentido de la vida, todo lo que había estado buscando estaba en el mismo lugar y era ahí donde enfocarme… el Ser
HACIA LA LIBERTAD
Así comenzó una nueva etapa más solitaria en la que aprendí mucho, pues soltar lo que había sido mi gran pasión y vocación no fue fácil. Comprendí que me había identificado con la función que realizaba, y la Gracia me había liberado y llevado a un lugar más profundo y verdadero. Mi brújula fue la confianza y el deseo de volver a la sencillez que había descubierto en la etapa de India.
Rescaté las enseñanzas no duales, que esta vez tomaron mi vida y mi corazón. Su estudio y práctica estos años me han llevado, y siguen llevando, a una mayor profundidad en el camino espiritual, al centro de mi Ser.
Me sumergí en varias de ellas, pasando por distintas fases, hasta ir encontrando mi camino. Cada uno tenemos el nuestro propio, y somos llamados por la Fuente a recorrerlo.
La vocación de seguir sirviendo a otros, a pesar que la cuestioné mucho, nunca se apagó. Siguió siendo igual o más intensa, y fue tomando otra forma hacia un nivel cada vez más profundo.
Las sesiones se fueron volviendo una especie de terapia espiritual en algunos casos, y en otros mentorías, donde temas que causaban sufrimiento eran enfocados desde esta perspectiva mucho más profunda y liberadora. Los encuentros grupales pasaron a ser retiros, u otros espacios donde hacer un trabajo mucho más profundo de interiorización, enfocado en el Despertar.
El haberme «perdido y encontrado» tantas veces, las experiencias de apertura con sus crisis respectivas, los cambios fuertes de vida y las pérdidas, han sido los grandes maestros que me han forzado a profundizar, abrazar el sufrimiento por intenso que fuera, rendirme y soltar… para volver a Mí.
Y son el motor que me impulsa a acompañar a otros en ciertos tramos del camino. Desde la serenidad de la Presencia, que es quien guía, sana y libera, y la tranquilidad de saber, por la experiencia personal y con otros, que se puede salir de las dificultades más libre, fortalecido en propósito, y liviano en el corazón.
En mi vida personal soy una aprendiz y practicante. A veces más consciente y otras menos, pero cada día me levanto con el mismo propósito: profundizar en mi Ser, morar en la sencillez de este instante, retornar al Amor. Me ayudo de todo lo que puedo: la devoción y oración, la meditación y autoindagación, la entrega y rendición, retornar al Silencio y la Presencia….las enseñanzas espirituales que sigo… o herramientas aprendidas en etapas anteriores en terapia y sanación. Todo para retornar al Yo Eterno y Sagrado… Esto mismo que practico y amo es lo que comparto y divulgo porque es lo que me funciona.
Sé por experiencia propia que tanto el sufrimiento como el anhelo espiritual son oportunidades para el Despertar, y podemos utilizarlas para regresar al Amor, al Ser… si nos abrimos a escucharlas y profundizar…
Y que todos buscamos lo mismo, sin darnos cuenta…Y lo que buscamos está aquí… en Ti, en Mi… El amor, la paz, la felicidad, la plenitud…está en nuestro mismo núcleo y esencia… en nuestro Ser. Y es que, nos buscamos a nosotros mismos...a veces sin saberlo.
Sí. Te estás buscando a Ti… Y lo hermoso es descubrir que la puerta está siempre aquí. En ningún otro momento que este instante. En ningún otro lugar que tu corazón. Y tú tienes la llave. La llave del Amor para abrirla y retornar a la Libertad
Otros datos de interés
Formación y Fuentes de conocimiento:
Licenciada en Psicología rama clínica. Curso postgrado en Psicoterapia de conducta y Aceptación y Compromiso. Máster en Inteligencia Emocional. Formada en Terapia Regresiva y distintos sistemas de Sanación Energética.
Enseñanzas de Sri Ramana Maharshi y otras fuentes del Advaita. Meditación y Budismo Tibetano en la línea Dzogchen. Un Curso de Milagros y otras enseñanzas y maestros contemporáneos como Eckhart Tolle, Mindfulness (línea Thich Nan Hanh) y Meditación Vipassana (Goenka).
Varios cursos de crecimiento personal y espiritualidad.
Experiencia:
Con 20 años de experiencia profesional atendiendo a personas en sesiones 1&1 y guiando grupos en: cursos, retiros, meditaciones, charlas y otras actividades de divulgación enfocadas en el autoconocimiento y despertar espiritual.
Puedes explorar las páginas de Sesiones, Retiros y otras actividades
«Tú eres en verdad el Ser, puro e infinito, el Ser absoluto. Tú eres siempre el Ser y nada más que el Ser.»
Ramana Maharshi